Los Cuatro Pilares de la Sabiduría

Si nos propusiéramos conocer la Verdad de la Vida, a través de nuestra mente o razonamiento intelectivo, ciertamente estaríamos sólo acercándonos a una minúscula parte de esa Verdad; sólo nos acercaríamos a definiciones que nuestra mente ya conoce, basadas en conceptos aprendidos en la infancia, adolescencia o madurez, como experiencias agradables o desagradables, transmitidas por otras personas y por una educación cuyo interés primordial es que almacenemos datos e información  y no a enseñarnos la esencia o substancia de la Vida, cuya realidad escapa a los conceptos o definiciones “la verdad no puede transmitirse en discursos o palabras, cada uno debe vivenciarla por sí mismo”.

Pero para llegar a la Verdad de lo que es LA VIDA, es decir, para su comprensión real, necesitamos introducirnos en áreas, que los griegos llamaban “los cuatro pilares del Saber”.

Sobre éstas cuatro Áreas o cimientos se construye el Saber o la Gnosis, que era simbólicamente el “Templo sostenido por sus cuatro pilares fundamentales”, pilares que no debían dejarse a un lado cuando se quería conocer algo o investigar cualquier evento interno, ya sea una preocupación mental o un malestar emocional o un fenómeno o evento externo, accidental o fortuito, los sabios no descuidaban ninguno de los pilares, ya que conocían, que la sabiduría se tambalea y termina por desmoronarse si alguno de esos pilares llegara a faltar.

Nosotros somos los herederos de una cultura que transmitió a través de los siglos, los principios en los que se fundamenta el “Bien Superior” y los valores derivados de ése Bien; los griegos no tenían duda alguna a la hora de analizar cualquier situación o idea, ya  que tenían como objetivo conocer en profundidad y extraer la substancia o esencia de todo aquello que intentaban conocer para luego lograr comprenderlo en totalidad.

Tanto los sabios griegos, egipcios, latinos etc, sometían a cada idea o pensamiento, a un análisis o reflexión, teniendo en cuenta que para ellos, la reflexión era el método para extraer el significado oculto, adormecido en el fondo de cada idea, teoría o pensamiento, la reflexión era ver, observar y estudiar, a la imagen proyectada en un espejo, ese espejo era la mente en su forma natural, sin pre-conceptos, sin pre-juicios y era sobre esa imagen reflejada, que los sabios profundizaban, investigaban o indagaban, porque la forma o apariencia de las cosas, no era para ellos motivo de estudio, a esos temas superficiales se los dejaban al vulgo, a las personas comunes o frívolas, que como peces nadan en charcos de agua que con los rayos del sol se secan, entonces esos peces mueren calcinados en la ardiente tierra de las teorías, sin haber conocido la profundidad de los mares o los anchurosos ríos de la Verdad.

Los cuatro pilares son necesarios para conocer el verdadero significado de todo aquello que nos llama la atención, la respuesta a todos aquellos interrogantes. Es por ello que tenemos que conocerlos e incorporarlos en nuestro diario vivir, hasta convertirlos en nuestra carta de navegación para no naufragar en las tormentosas aguas de la vida.

El Pilar de la Ciencia:

A través de los diferentes métodos  científicos de prueba y error, inducción y deducción, dialéctica y analogías, etc. llegaremos a conclusiones o resultados  comprobados, experimentados y vivenciados por nosotros mismos en nuestro laboratorio interno. La Ciencia nos permitirá aprender cada vez más acerca del saber y de la vida libre en sí misma. La ciencia del saber NO permite bajo ningún punto de vista, la imposición de ideas o conceptos, o vivencias prestadas por otras personas, Todo comienza con un  signo gramatical, el interrogante, el signo de pregunta, ¿Quién soy? ¿Para qué he nacido? ¿Cuál es el motivo de mi existencia? ¿Por qué la muerte? ¿Por qué existe la enfermedad, la pobreza, la tristeza etc.? Y luego pasamos a la confrontación de los opuestos, muerte-vida, luz-tinieblas, día-noche etc. entonces, analizamos y estudiamos cada polaridad y deducimos la existencia de la luz en la oscuridad y de la muerte en la vida etc. y concluimos en un postulado científico, de que “todos los opuestos, son gradaciones con diferentes intensidades hechas de una misma substancia”     

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       El Pilar del Arte:

Los artistas, no sólo son aquellos que tienen pinceles, o cinceles, o porcelanas o piano o cualquier otro instrumento en sus manos. Artista es también quien hace de su propia vida, una obra de arte y que las demás personas quieren replicar, ya que esa obra, ha sido elaborada con los preciosos colores de los valores y principios de la Bondad y de la Belleza y plasmada en el lienzo de la propia existencia. El Arte de la vida es saber Vivir, sin violar el libre albedrío o libre elección que tienen los demás seres que nos rodean, ya sean animales, plantas o nuestros mismos congéneres humanos. Es el respeto a un orden natural, otorgado por un principio universal de la vida, desde el origen de la creación, porque “el respeto al derecho ajeno, nos permitirá la paz interior». Saber vivir y convivir, es la mayor de las artes.

El Pilar de la Filosofía:

El pilar del Amor a la Sabiduría, “Deberéis ser como niños para entrar al reino”, “buscad la Verdad y ella os hará libres”, son frases que los grandes guías de la humanidad dejaron esculpidas. Los niños preguntan todo, cuestionan todo y necesitan conocerlo todo, por el simple y natural impulso de aprender. ¿Y si hemos nacido para aprender? ¿Por qué hemos dejado de hacerlo? Éste pilar solo admite el cuestionamiento permanente, el… “solo sé, que nada sé”, que despertará nuevamente la curiosidad cada vez que se logre la respuesta y una vez que se ha conseguido, o un indicio de ella, debemos enseñar lo que hemos aprendido “La Filosofía es la capacidad de elevar el estado de nuestra conciencia”, lo que nos permitirá vencer los obstáculos de la vida y sobreponernos a cualquier adversidad. “Un sabio es un filósofo, porque comprendió la sabiduría de la vida y encontró la serenidad en sus pensamientos, porque reflexionó y meditó acerca del motivo de su existencia y enseña a los demás el Camino hacia la Gnosis o Auto-conocimiento de sí mismo.

El Pilar de la Mística:

El pilar que nos confiere la virtud de ver en todo lo que nos rodea la maravillosa substancia del Amor. La Mística, nos lleva a escalar la montaña del Re-ligare, de la Religión, o sea de la unión con lo espiritual dentro nuestro, a través de técnicas como la meditación, que nos lleva a encontrarnos con nosotros mismos y nos permite descubrir nuestras debilidades y fortalezas y conocer nuestro mundo interior.

Un sabio se convierte en un místico, ya que se ha fusionado con su propio Ser interior profundo, a través de esfuerzos conscientes y no banales. Es por ello que estos seres, como un Sócrates, Sivananda, Platón, Mahatma Gandhi etc. lograron construir el Templo de la Sabiduría, con la alegría y la satisfacción de poseer el” Bien Supremo en sus propios corazones”

Los cuatro pilares del Saber, nos conducen a lo profundo de nosotros mismos, a nuestro auto-conocimiento, a lo que realmente importa, lo que somos en realidad de verdad, ya que  “lo exterior es sólo el reflejo de lo Interior”.

Nuestra Vida será lo que decidamos que sea, somos los artistas que cincelan y moldean la vida y depende de cada uno de nosotros, ascender por los peldaños del conocimiento que nos dejarán frente a las augustas puertas de la Sabiduría, donde se lee la inscripción…

”Golpead y se os Abrirá”.