El modo en el que actualmente vive el ser humano se aleja mucho de lo que realmente es natural. Ya que la ciudad exige y facilita todo aquello que va en contra de la naturaleza del ser humano y por ende de un equilibrio emocional y de toda índole. Como ser largas jornadas laborales; puestos de trabajo que obligan a trasnochar; ruido constante; sobre estimulación visual; bombardeo de información; horarios apretados; sedentarismo; uso excesivo de los medios tecnológicos; alimentos artificiales que no aportan los nutrientes que el organismo necesita.
Todo esto y en general el estilo de vida de la ciudad hace que caigamos constantemente en un desequilibrio emocional, que en última síntesis es el resultado de esa desnaturalización.
En los últimos tiempos, mucha gente ha observado esta situación y por ello se ha puesto muy de moda la palabra estrés. Así también, las medicinas contra ello. Por ejemplo: La meditación, el yoga y otras tantas técnicas que apuntan a la relajación mental, emocional y física. Sin embargo, sería interesante conocer que hay pequeñas cosas que a diario cada uno de nosotros puede hacer para ayudar a mantener un equilibrio emocional, aliviar el estrés y no caer en la tan temida depresión.
Estos son 5 puntos para ayudar a mantener el equilibrio emocional:
- Vivir el instante:
Durante el día tratar de mantenerse atento a lo que se está haciendo, a ese momento, a ese lugar y a nosotros mismos. De esta manera podemos lograr una mente serena. Esto a su vez nos ayudará a minimizar las preocupaciones. Ya que la mente con pensamientos constantes hace parecer los problemas más grandes ante nosotros mismos. Además, mejor que preocuparse es ocuparse cuando llegue el momento de hacerlo.
- Ir a la naturaleza:
Al menos una vez a la semana, ir a la naturaleza, al campo, a un arroyo, a las montañas, a la playa, o donde sea que podamos encontrar naturaleza, soledad y silencio.
En ese lugar tomarnos unos minutos para estar solos, caminar con los pies descalzos, sentarnos en la hierba, sin pensar en nada, disfrutando el momento. Y solamente dejar que la armonía de la naturaleza, ese silencio o esos sonidos, del viento, de los animales, del río, reparen nuestro cuerpo y nos ayuden a sentir calma.
- Oxigenar el cuerpo:
Antes de dormir, realizar unos minutos de respiraciones profundas, inhalando por la nariz y exhalando por la boca. Al inhalar, retener el aire unos instantes antes de exhalar para que se produzca mejor el intercambio gaseoso. Mantenerse concentrado durante el proceso.
La oxigenación del cuerpo produce grandes beneficios para todo el organismo. En este caso, nos puede ayudar a relajar el cuerpo para tener un mejor descanso. Además, la sensación de bienestar que sentimos nos ayudará a entregarnos al sueño en un estado de armonía. Y por ende levantarnos al otro día con una energía más positiva para comenzar la jornada.
- Seleccionar lo que vemos en la televisión, el celular, etc.:
Ver programas de noticia mucho tiempo afecta nuestro centro emocional al generar en nosotros angustia y preocupaciones innecesarias.
Las películas, series o novelas demasiado melancólicas también afectan el equilibrio emocional. Ya que en el momento de verlas se genera en nosotros tristeza, melancolía y a veces hasta llanto. Eso produce poco a poco un desequilibrio en nuestras emociones por un desgaste excesivo.
También son perjudiciales las series y películas demasiado violentas, como así también los juegos electrónicos. Estos producen descargas de adrenalina constantes que desequilibran todo el organismo, el sistema nervioso y por ende las emociones.
- Hacer caminatas:
Al menos tres veces a la semana tomarse una hora para regalarse una agradable caminata. Siempre teniendo en cuenta el primer punto de vivir el instante y además disfrutar el momento.
El ejercicio del caminar pone en actividad todo el cuerpo de manera equilibrada, sin forzarlo. Produce circulación de la sangre y el mismo ejercicio produce que luego el cuerpo vuelva a una mejor relajación.
La raíz del desequilibrio
Estos pequeños consejos son solamente una muestra de todo lo que la sabiduría gnóstica tiene para entregarnos. Y pueden ser una buena práctica para alguien que quiera comenzar a realmente tener las riendas de su existencia. Son cambios reales que cada uno de nosotros puede realizar para mejorar su calidad de vida. Pero, aquel que quiera ir más allá, puede llegar a descubrir la raíz misma del estado en el que se encuentra. Aquel que va más allá puede comprender cual es el origen del desequilibrio emocional, el origen del dolor, de la tristeza, de la ansiedad y de todos los estados negativos de sí mismo. Y también puede aprender a eliminar esas causas y obtener un equilibrio emocional constante y durable.
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